304 páginas
(14 noviembre 2019)
A causa de los constantes bombardeos que sufre Londres durante la Segunda Guerra Mundial, los reyes de Inglaterra han decidido alejar a las dos princesas de la capital. En una misión de alto secreto, las chicas de diez y catorce años viajan hasta la destartalada mansión de un familiar en un remoto pueblecito irlandés, donde deben vivir de incógnito hasta nueva orden. Solo conocen su verdadera identidad el propietario de la casa, la agente de los servicios de inteligencia británicos que las acompaña y el subinspector irlandés Strafford, que no acaba de sentirse cómodo en su papel. Se diría que Irlanda es un refugio seguro, a buen recaudo de los nazis, pero nadie parece haber reflexionado sobre la hostilidad que despiertan los ingleses entre muchos de los lugareños. "Para Irlanda, esa fue una época extraña y oscura, llena de secretos, con mucho humo de cigarrillo, niebla y sexo clandestino; una época perfecta para una novela negra". BENJAMIN BLACK
MI OPINIÓN
Benjamin Black (seudónimo de John Banville, premio Príncipe de Asturias 2014) es un autor con muy buenas críticas y aunque la obra no está considerada la mejor de él por algunos por alejarse del género de la novela negra, la reseña me ha atraído mucho y cojo el libro con ilusión por lo original, un híbrido de suspense y ficción histórica sobre los movimientos de la monarquía británica para evitar los incesantes bombardeos nocturnos en la Segunda Guerra Mundial. Una vez acabada la novela la palabra que me viene a la cabeza es DECEPCIÓN. Porque tenga a un policía como protagonista no es novela negra, pero tampoco hay suspense en toda la trama, sólo hacia el 85% hay un mínimo momento de interés que se resuelve rápidamente. Es un libro lento y tedioso, donde las niñas (la futura reina Isabel II y su hermana Margarita) se hacen odiosas a lo largo de su vida diaria que es lo que relata más de la mitad del libro y los protagonistas adultos no se hacen muy agradables tampoco, un Strafford soso y pánfilo y una Celia Nashe estirada y poco cariñosa. Aunque RBA lo pública como serie negra, es más narrativa donde convergen temas políticos, religiosos, odios antiguos entre irlandeses e ingleses con una trama bastante sencilla. Lo único destacable es la narrativa pero personalmente prefiero libros donde suceda algo más y por supuesto con más suspense, así que no sé si le daré otra oportunidad al autor.
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Benjamin Black (seudónimo de John Banville, premio Príncipe de Asturias 2014) es un autor con muy buenas críticas y aunque la obra no está considerada la mejor de él por algunos por alejarse del género de la novela negra, la reseña me ha atraído mucho y cojo el libro con ilusión por lo original, un híbrido de suspense y ficción histórica sobre los movimientos de la monarquía británica para evitar los incesantes bombardeos nocturnos en la Segunda Guerra Mundial. Una vez acabada la novela la palabra que me viene a la cabeza es DECEPCIÓN. Porque tenga a un policía como protagonista no es novela negra, pero tampoco hay suspense en toda la trama, sólo hacia el 85% hay un mínimo momento de interés que se resuelve rápidamente. Es un libro lento y tedioso, donde las niñas (la futura reina Isabel II y su hermana Margarita) se hacen odiosas a lo largo de su vida diaria que es lo que relata más de la mitad del libro y los protagonistas adultos no se hacen muy agradables tampoco, un Strafford soso y pánfilo y una Celia Nashe estirada y poco cariñosa. Aunque RBA lo pública como serie negra, es más narrativa donde convergen temas políticos, religiosos, odios antiguos entre irlandeses e ingleses con una trama bastante sencilla. Lo único destacable es la narrativa pero personalmente prefiero libros donde suceda algo más y por supuesto con más suspense, así que no sé si le daré otra oportunidad al autor.
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Hola, uffff creo que paso, si te ha gustado tan poco no me fio de que me guste nada a mi. Besos, y gracias por la sinceridad.
ResponderEliminarGracias a ti por leerme y por tus comentarios
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