(Febrero 2019)
Alguien dijo que los ángeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejándonos con la sensación de que, quizá, nunca estuvieron a nuestro lado.
Alejandro Ballesteros es un escritor cuya decadencia y falta de inspiración le han llevado a renegar tanto de sí mismo como del mundo que le rodea. Cuando, una noche de humo y alcohol, conoce a Lucía, siente que la vida vuelve a valer la pena, con todos sus instantes de misterio, de luz y de oscuridad, de pasión y de desengaños.
Pero, ¿quién es Lucía? ¿Quién es esa chica desgarbada y algo arisca que parece saberlo todo sobre él? ¿Cómo consigue anticipar sus deseos y apaciguar sus temores más ocultos? ¿Y por qué se resiste a confiar plenamente en él? ¿Qué episodios turbios esconde en su pasado?
La desaparición de Lucía marcará el inicio de una búsqueda febril y salpicada de revelaciones inesperadas por un mundo acechado de sombras, en el que Alejandro deberá sacar lo mejor de sí mismo para encontrar respuestas... que tal vez habría preferido no conocer. Un viaje al corazón del miedo en el que tendrá que moverse entre regiones cuya frontera sólo los ángeles pueden cruzar impunemente.
Alejandro Ballesteros es un escritor cuya decadencia y falta de inspiración le han llevado a renegar tanto de sí mismo como del mundo que le rodea. Cuando, una noche de humo y alcohol, conoce a Lucía, siente que la vida vuelve a valer la pena, con todos sus instantes de misterio, de luz y de oscuridad, de pasión y de desengaños.
Pero, ¿quién es Lucía? ¿Quién es esa chica desgarbada y algo arisca que parece saberlo todo sobre él? ¿Cómo consigue anticipar sus deseos y apaciguar sus temores más ocultos? ¿Y por qué se resiste a confiar plenamente en él? ¿Qué episodios turbios esconde en su pasado?
La desaparición de Lucía marcará el inicio de una búsqueda febril y salpicada de revelaciones inesperadas por un mundo acechado de sombras, en el que Alejandro deberá sacar lo mejor de sí mismo para encontrar respuestas... que tal vez habría preferido no conocer. Un viaje al corazón del miedo en el que tendrá que moverse entre regiones cuya frontera sólo los ángeles pueden cruzar impunemente.
MI OPINIÓN
El libro comienza en dos tiempos: el pasado, un año atrás, donde Alejandro Ballesteros, el protagonista, nos va narrando en primera persona como conoció a Lucía y el actual donde ella se va de vacaciones anticipándose a él que debe quedarse por un problema de última hora. Es fácil distinguir en que momento se narra, ya que la letra es diferente y la forma de redactar actual es menos agresiva, él se ha centrado gracias a ella. La prosa de J. Manuel de Prada está llena de adjetivos y florituras, todo merece un calificativo lo cual puede no ser del agrado de todos los lectores, sobre todo en la parte de un año atrás se nota un regusto amargo en las expresiones del protagonista, hasta con vocablos soeces, hastío y falta de alegría de vivir, ha rozado el éxito pero ha sucumbido al dinero fácil de las tertulias televisivas abandonando su pasión por la escritura. En la parte actual siguen abundando los calificativos pero se nota que el protagonista ha conseguido llevar una vida que le satisface más gracias a Lucía, aunque entiende que ella es un alma libre y para retenerla a su lado debe dejarla volar a su aire. "¿Puede el amor salvarnos de nosotros mismos, o es una condena hacia el pasado?", en cierto modo el principio de la novela suena autobiográfico, un autor jóven consigue un éxito fulgurante y luego es más conocido como tertuliano de programas de televisión, de calidad cuanto menos dudosa, sintiendo que es un fraude y que ha desaprovechado su don para la escritura. Luego nos adentramos en el enigma de las cosas que él no conoce de Lucía por miedo a que se marchara al sentirse presionada ¿quién es Lucía en realidad? y ahí empieza la intriga del libro que va dando giros según Alejandro va obteniendo pistas de quienes compartieron algo con ella en el pasado y que le hacen sentir que Lucía nunca de dejó de ser una desconocida. Los capítulos siguen alternándose en el pasado y presente y sólo en el epílogo descubrimos todos los detalles que son las claves del personaje de Lucía y su pasado. Un personaje al que Alejandro se niega a olvidar pese a ir descubriendo engaños porque se niega a aceptar lo evidente para el mundo. Es un libro pausado, lleno de descripciones de sentimientos, plagado de adjetivos, pero muy bien escrito.
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐✪✪✪
El libro comienza en dos tiempos: el pasado, un año atrás, donde Alejandro Ballesteros, el protagonista, nos va narrando en primera persona como conoció a Lucía y el actual donde ella se va de vacaciones anticipándose a él que debe quedarse por un problema de última hora. Es fácil distinguir en que momento se narra, ya que la letra es diferente y la forma de redactar actual es menos agresiva, él se ha centrado gracias a ella. La prosa de J. Manuel de Prada está llena de adjetivos y florituras, todo merece un calificativo lo cual puede no ser del agrado de todos los lectores, sobre todo en la parte de un año atrás se nota un regusto amargo en las expresiones del protagonista, hasta con vocablos soeces, hastío y falta de alegría de vivir, ha rozado el éxito pero ha sucumbido al dinero fácil de las tertulias televisivas abandonando su pasión por la escritura. En la parte actual siguen abundando los calificativos pero se nota que el protagonista ha conseguido llevar una vida que le satisface más gracias a Lucía, aunque entiende que ella es un alma libre y para retenerla a su lado debe dejarla volar a su aire. "¿Puede el amor salvarnos de nosotros mismos, o es una condena hacia el pasado?", en cierto modo el principio de la novela suena autobiográfico, un autor jóven consigue un éxito fulgurante y luego es más conocido como tertuliano de programas de televisión, de calidad cuanto menos dudosa, sintiendo que es un fraude y que ha desaprovechado su don para la escritura. Luego nos adentramos en el enigma de las cosas que él no conoce de Lucía por miedo a que se marchara al sentirse presionada ¿quién es Lucía en realidad? y ahí empieza la intriga del libro que va dando giros según Alejandro va obteniendo pistas de quienes compartieron algo con ella en el pasado y que le hacen sentir que Lucía nunca de dejó de ser una desconocida. Los capítulos siguen alternándose en el pasado y presente y sólo en el epílogo descubrimos todos los detalles que son las claves del personaje de Lucía y su pasado. Un personaje al que Alejandro se niega a olvidar pese a ir descubriendo engaños porque se niega a aceptar lo evidente para el mundo. Es un libro pausado, lleno de descripciones de sentimientos, plagado de adjetivos, pero muy bien escrito.
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