(Febrero 2019)
El día que Lukas se cruzó en la vida de Mónica ella pensó que no era más que un chulo, engreído, demasiado desaliñado y seguro de sí mismo. Y Lukas que Mónica era una mosquita muerta, remilgada, estiradilla y con un flequillo espantoso. Lo que ninguno imaginó era que, a pesar de aquella primera y nefasta impresión, ambos se verían obligados a compartir piso, convivir, y asumir lo que aquella convivencia traería a sus vidas. No hay más ciego que el que no quiere ver, y los dos han decidido ponerse durante largo tiempo una venda enorme en los ojos. Pero sus locos amigos, unos caseros excéntricos y alguna que otra sorpresa, les obligarán a hacerlo, poniéndolos a prueba. ¿Conseguirán salir airosos?Jugando a las casitas es una comedia fresca, juguetona, y tremendamente romántica que asaltará tu corazón.
MI OPINIÓN
Una comedia romántica que se lee en una tarde. Pese a que el guión al principio no es demasiado original es una novela entretenida, bien escrita y resuelta. No se recrea en descripciones ni en escenas sexuales. No hay más ciego que el que no quiere ver, sobre todo cuando se teme perder algo que funciona, como una amistad que resulta ser algo más entre Lukas y Mónica o un apartamento barato y bien situado. Por supuesto hay dudas, celos, malos entendidos e intervenciones inesperadas. Una lectura romántica y alegre con la longitud adecuada, quizá lo que menos me ha gustado ha sido el título.
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