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jueves, 13 de enero de 2022

Pequeños desastres - Sarah Vaughan

 



296 páginas

(Junio 2021)

CREES QUE LA CONOCES… PERO MIRA UN POCO MÁS DE CERCA.

Una madre de tres hijos que se queda en casa y tiene reservas limitadas de paciencia, energía y amor. Así es cómo Liz ve a Jess. Ambas se conocieron durante unas clases prenatales y durante más de diez años han mantenido su amistad mientras hacen malabares con sus hijos, maridos y carreras. Pero de pronto todo cambia: cuando la hija de Jess tiene un accidente, y Jess no puede explicarlo, Liz, como pediatra que le atiende, empezará a descubrir aquellos secretos cuidadosamente guardados y a cuestionarse todo lo que creía saber sobre su amiga y sobre sí misma.

Pequeños desastres es una exploración apasionante y brillantemente escrita sobre la maternidad, la amistad, el deber profesional y la culpa. Una novela que te perseguirá mucho después de terminar la última página.

MI OPINIÓN

Bastante angustiosa esta narración que nos deja claro que nunca conocemos realmente a los demás, personas que crees pacientes y perfectas pueden no serlo, ¿puede tu criterio estar tan equivocado?, sé que es posible porque lo he vivido, alguien amable y simpático que no lo era tanto tras las puertas de su casa. A veces no se entienden ciertos protocolos, pero esta narración demuestra que realmente son positivos y funcionan, por ejemplo en casos en los que hay que atender a personas conocidas, porque aunque no lo reconozcamos todos tenemos prejuicios positivos o negativos de aquellos a quienes conocemos y eso nos puede nublar la percepción objetiva de los hechos. El relato descarnado de las urgencias pediátricas no es plato de gusto, hay que tener verdadera vocación para dedicarse a ello, porque si es duro tratar enfermos mucho más lo es tratar esas enfermedades y accidentes si son niños o bebés que ni siquiera pueden describir lo que sienten o lo que les ha pasado, el caso que se relata es muy perturbador. Cuando entran a investigar Servicios Sociales todo se vuelve sórdido y es difícil tener que denunciar a una amiga y más si la consideras la madre perfecta, esa a la que tu nunca pensaste poder llegarle a la altura. Por muchas cosas esta novela no es fácil de asimilar, presenta todos los claroscuros de la maternidad que en las primeras etapas es muy dura y los complejos y prejuicios que tenemos incluso con nuestras amistades. Consideramos que nuestros amigos no son capaces de tener malos sentimientos, estar perturbados o actuar diferente en la intimidad de sus casas porque es difícil aceptar que no somos capaces de apreciarlo, que estamos muy sumidos en nuestras propias preocupaciones como para observar las de los demás. Es el tipo de libro que te deja "tocado" y probablemente no lo hubiera leído si previamente hubiera investigado la reseña, no por la calidad del texto sino por la forma en que me afectan este tipo de relatos que pueden ser tan reales y a la vez descorazonadores. Un punto a favor es el final, me ha gustado el giro final y la resolución de las dos tramas: la de Jess y la de Liz.

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