(Febrero 2005)
Después de una adolescencia desdichada y los mejores años de su juventud consagrados a los estudios de Derecho, a punto de cumplir los treinta años, Licia Basantes toma posesión de su plaza como juez de primera instancia de Vallefrío, un pequeño pueblo del Pirineo aragónes donde casualmente también había comenzado la fulgurante carrera de su padre, ahora magistrado del Tribunal Supremo. Allí Licia empezará una nueva vida, descubrirá la realidad de su trabajo como juez, y conocerá el amor en forma de pasión inconsciente y desatada, como antes nunca lo había sentido. Pero también acabará sabiendo de turbios manejos que amenazan la carrera de una juez novata, de una extraña muerte sucedida casi treinta años antes y, en definitiva, de lo doloroso que puede resultar el conocimiento, sobre todo el de uno mismo y el de aquellos a quienes creemos conocer.
MI OPINIÓN
Empiezo el libro y noto una narrativa profusa en adjetivos. Sigo la lectura y me percato que el escritor es de los que dan muchas vueltas para contar algo, descripciones que pasados cinco minutos ni recuerdo. Cierto que escribe bonito pero me resulta rebuscado y en cierto modo un poco pedante y aunque había empezado con alegría esta novela cuando llevo como el diez por ciento veo que no avanza perdiéndose en detalles que me cansan. El libro no es para mí, o al menos no en este momento y eso que la sinopsis me atraía mucho, así que lo dejo.
⭐⭐⭐⭐✪✪✪✪✪✪
No hay comentarios:
Publicar un comentario