(9 marzo 2022)
Mi relación con Ezra fue igual que un cóctel de frutos secos: cuando abres la bolsa, te prometes a ti misma que te comerás únicamente lo que te gusta y tirarás a la basura esos garbanzos tan duros que solo meten para rellenar. Aunque al final te sorprendes, pues acabas con todo, con lo bueno y con lo malo.
Del mismo modo acepté a Ezra, un hombre que representaba cuanto yo aborrecía y que, además, se jactaba de ello.
Pasé por alto las señales e hice oídos sordos a sus advertencias de que no era tan solo el típico malote que fumaba a escondidas en el instituto, robaba en los supermercados o falsificaba las notas.
Ezra hacía mucho daño a quienes él decidía, en especial a las mujeres. No le temblaba el pulso para mantener su posición dentro de ese mundo sórdido en que estaba instalado.
Yo fui testigo de ello.
Intenté huir.
Y a punto estuve de lograrlo.
Sin embargo, debería haberme alejado antes.
MI OPINIÓN
Noe Casado es sinónimo de novela erótica desde la página uno. En este caso lo que me ha resultado muy desagradable es el comportamiento del insufrible protagonista masculino. Un ser sórdido y despreciable que trafica con las mujeres y las trata peor que yo a mi cubo de basura, es guapo y atractivo pero prepotente, machista y peligroso porque la vida de los demás no vale nada para él. La parte de la operación policial no la veo clara, una vez pinchado un teléfono y un ordenador desde donde parten las instrucciones debería ser relativamente sencillo obtener pruebas que lleven a la detención del mafioso y sus adláteres. El libro alterna capítulos narrados por Ezra con los de Cris/Milena, los pensamientos de él me han resultado insufribles y ofensivos en su mayoría. Realmente hay escenas muy desagradables (no hay que ser feminazi para que te desagrade leer una violación), otras menos y algunas divertidas gracias al ingenio de la protagonista que suelta ácido por su boca en respuesta a la prepotencia del mafioso. Me ha recordado un poco a Sky Rojo, la serie de televisión que muestra la realidad brutal de la prostitución y los negocios ilegales que se montan alrededor sin la parte de la huida. Empecé el libro buscando simplemente entretenimiento sin complicaciones y me he encontrado con una narración de los clubs de lujo, de la prostitución, de la trata de blancas y en general de un machismo recalcitrante que no te deja precisamente un buen sabor de boca. Las dudas de la protagonista (Cris/Milena), su incapacidad de no dejarse arrastrar por la personalidad arrolladora de Ezra y el comportamiento de algunos personajes como el jefe de seguridad me han puesto de mal humor (hay escenas intolerables) cuando no angustiado un poco, porque sé que mucho sucede en el mundo real, y eso no es lo que buscaba en este momento, pero tampoco lo puedo dejar sin saber como termina todo porque la trama es interesante. Un libro no apto para estómagos sensibles.
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐✪✪
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