Manuel es un militar de los cuerpos especiales del ejército. Cuando conoce a Stefany en una boda familiar el primer encuentro entre ambos no es muy afortunado.
Sin embargo, un año después se vuelven a ver en unas circunstancias muy diferentes, lo que les hace descubrir a las personas que son en realidad. Los días compartidos dan lugar a unos sentimientos profundos e intensos que no se hubieran desarrollado en otra situación.
Pero pertenecen a mundos diferentes, separados por miles de kilómetros y también por los objetivos que ambos desean conseguir en la vida. Por otra parte, la profesión de él es un escollo para mantener una relación, por lo que deciden vivir el momento sin plantearse nada más...
MI OPINIÓN
No es necesario haber leído la serie Amigos, porque este libro es independiente, pero sin duda alguna es mucho mejor conocer las relaciones entre todos los Figueroa (que son muchos) y los Arroyo. Si no los has leído y no piensas hacerlo, lo puedes leer sin problemas, pero si quieres leer la serie, deja este para el final. El libro cuenta dos historias, una madura de desengaño y otra más joven de pasión, ambas dentro de la misma familia, aunque la fundamental es la atracción entre Stefany y Manuel. Como siempre Ana Álvarez cuenta de manera fantástica una historia de amor mezclada con más cosas, en este caso la vida que lleva un militar de las GOE (grupo de operaciones especiales) y lo duras que son las misiones para su familia. Ana Álvarez rara vez me defrauda, como mucho algún libro me gusta un poco más y otro un poco menos. Este me ha gustado más que otros que se referían a sus primos. La firmeza de convicciones de ellas y la evolución de ellos los convierten en unos personajes cercanos y especiales siempre arropados por la maravillosa familia Figueroa en España y Scott en Richmond (espero un libro sobre él que es el único soltero que queda). Un libro que me he leído en un suspiro.
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