(30 marzo 2022)
Un elogio de la felicidad y del amor sin condiciones.
Han pasado seis meses desde la muerte de mi madre. No he sido capaz de afrontarla hasta que un desconocido ha aparecido en mi vida de una manera sorprendente, apremiándome para que resuelva los asuntos pendientes. He de aceptar una herencia que, aunque resolverá mi vida, me atará definitivamente a la de mi familia. No estoy segura de que sea eso lo que quiero: perder mi independencia. Además, no es algo simple, nada de firmar unos papeles en el notario, no. Primero he de instalarme en su casa durante tres meses y seguir las instrucciones que me ha dejado en seis cartas. ¿Por qué tanto misterio? ¿Quién es este Paul Dombasle que, también fallecido, me ha traído hasta París para hacerme un regalo extremadamente valioso? ¿Y mi madre? ¿Quién era realmente mi madre?
Con estas preguntas comienza para Miranda Herrera un camino lleno de misterio, descubrimiento, peligro y «días rojos» ―esos en los que de repente tenemos miedo y no sabemos por qué―, que la llevará, a través de las extraordinarias vidas de su madre y de su abuela, al amor sin ataduras ni convenciones que tantos se empeñan en negar.
Cazar leones en Escocia es un elogio de la maternidad, la felicidad y el amor sin condiciones que dos generaciones de mujeres se atrevieron a sentir contra viento y marea en un tiempo y un lugar lleno de prohibiciones y etiquetas.
MI OPINIÓN
Este libro lo empecé y lo tuve que dejar porque el estilo me ha resultado engreído y no me ha enganchó nada. La protagonista me ha parecido insulsa e insufrible. Todos sus problemas son heredar y tener poco que hacer, como la mayoría de los mortales, jajaja. Me resultaba todo un folletín y poco creíble y encima no me gustaba la narrativa. Quería darle una oportunidad por el bombo que le daban en la tele pero me ha resultado infumable y una ofensa contra las mujeres que de verdad se esfuerzan día a día por seguir adelante sin el respaldo de una herencia colosal con varios inmuebles en Madrid (Serrano), París o Lisboa y encima quejándose. Novela que hubiera pasado inadvertida (o no publicada) si no fuera la novia de Pedro J. Ramírez o quizás de la mitad hasta el final me he perdido lo mejor no lo sé.
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