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(Septiembre 2016)
Roxy Cumberland se traslada a Nueva York con la intención de
lograr su sueño de ser actriz, pero nada es tan fácil como parece… Para
colmo su cuenta bancaria disminuye día a día y ya no consigue ni llegar a
fin de mes. Así que ante su desesperación por conseguir algo de dinero,
decide apuntarse a un trabajo que consiste en “cantar telegramas” -la
gente envía telegramas originales a alguien a modo de actuación-.
Su
primer cliente es Louis McNally, un joven abogado al que su ligue de una
noche le envía un telegrama cantado para reírse de su masculinidad. Por
si el tema de la canción no fuera suficientemente humillante, Roxy
tiene que ir vestida de conejita, ¿de verdad le está pasando esto a
ella?
A pesar de una situación tan cómica, bromean y la tensión
sexual y la complicidad entre ellos es evidente… Louis queda
impresionado del audaz ingenio y la sensual voz de Roxy, y más cuando
ella toma la iniciativa para besarlo y dejarlo sin aliento.
Desde ese
momento, Louis estará perdido, y hará todo lo posible por saber más de
Roxy, simplemente la desea… Pero Roxy es una mujer independiente, no
está dispuesta a tener una relación con un hombre acostumbrado a
conseguir todo lo que quiere… ¿Será Roxy la excepción? ¿O podría ser
Louis el hombre que necesita en su vida?
MI OPINIÓN
Flojito, ninguno de los protagonistas me ha conquistado, ella parece bipolar y el instant love de él tampoco parece muy creíble. Ambos parecen muy seguros y al momento lo totalmente contrario. Las que más me han gustado son las compañeras de piso y eso ya es decir mucho, porque las locas de las hermanas son literalmente para estar encerradas. Lo he acabado porque es corto pero leyendo las escenas explícitas en diagonal. Me suelen gustar las novelas de esta autora pero esta no la recomiendo.
⭐⭐⭐⭐⭐✪✪✪✪✪
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