A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de
magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI en Nueva
York. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará
descubrir qué esconde una nota amarillenta con el nombre de una mujer
que horas después aparece decapitada en un descampado. La investigación
lo sumirá de lleno en una trama en la que el destino, el amor y la
venganza se entrelazan en una truculenta historia que guarda conexión
con la desaparición de una chica varios años antes y cuyo paradero nunca
pudo descubrir.
MI OPINION
Es indispensable haber leído "El día que se perdió la cordura" antes para entender y seguir la trama pero se puede leer sólo el primero y no leer este. El primer libro dejó una puerta abierta que este continúa un año después.
Esta segunda parte es más fácil de leer por varias razones:
1-ya se conoce a la mayor parte de los personajes y es fácil integrar a los que son nuevos.
2-ya se conoce de qué va la trama del primero con lo cual no hay que especular, se sabe que es la continuación, por contra esto le resta el suspense que si tenía sobre todo la primera mitad del libro anterior.
3-los saltos temporales son en dos tiempos y no en tres. Además el salto al pasado es 9 años antes y no una fecha como en el primero, en el que había que estar muy pendiente.
Resumiendo se lee muy bien, más fácil que el anterior pero le falta un poco el agobio y la angustia en la que te sumergía el primero. Admiro la capacidad de Javier Castillo para describir sin abrumar y llevar la trama a donde el quiere, en este segundo con una historia de amor mucho más definida. Como no quiero destripar nada sólo diré que algunos cabos quedan un poco sueltos y otros un poco cogidos con pinzas, pero si lo que se quiere es leer un trhiller policíaco con mucho suspense los recomiendo sin dudar. Adictiva.
Esta segunda parte es más fácil de leer por varias razones:
1-ya se conoce a la mayor parte de los personajes y es fácil integrar a los que son nuevos.
2-ya se conoce de qué va la trama del primero con lo cual no hay que especular, se sabe que es la continuación, por contra esto le resta el suspense que si tenía sobre todo la primera mitad del libro anterior.
3-los saltos temporales son en dos tiempos y no en tres. Además el salto al pasado es 9 años antes y no una fecha como en el primero, en el que había que estar muy pendiente.
Resumiendo se lee muy bien, más fácil que el anterior pero le falta un poco el agobio y la angustia en la que te sumergía el primero. Admiro la capacidad de Javier Castillo para describir sin abrumar y llevar la trama a donde el quiere, en este segundo con una historia de amor mucho más definida. Como no quiero destripar nada sólo diré que algunos cabos quedan un poco sueltos y otros un poco cogidos con pinzas, pero si lo que se quiere es leer un trhiller policíaco con mucho suspense los recomiendo sin dudar. Adictiva.
«A veces el amor te pone en el camino equivocado para que sepas cuánto duele.»
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