448 páginas
(10 septiembre 2019)
Alira, heredera de la mansión y las tierras que su familia conserva desde hace generaciones, se debate entre mantenerse fiel a sus orígenes o adaptarse a los nuevos tiempos. Cuando cree encontrar la respuesta a sus dudas, una misteriosa desaparición perturba la aparente calma que reinaba en la casa, la única habitada en un pequeño pueblo abandonado. Un guiño del destino la obligará a enfrentarse a su pasado y a cuestionarse cuanto para ella había sido inmutable. A partir de ese momento comenzará a sentir algo para lo que nunca pensó estar preparada: el amor.
MI OPINIÓN
En este libro de Luz Gabás se aúnan varios temas, la diferencia con sus anteriores trabajos es que este está íntegramente ambientado en España en el momento actual y resulta más cercano. Por una parte se investiga una muerte/asesinato pero al treinta por ciento de su lectura aún se desconoce quién es la víctima, es original en el planteamiento. Por otra parte nos habla de la "España vacía", esa situación de cientos de pueblos abandonados bien porque se expropiaron para reforestar, hacer pantanos...bien porque la gente abandonó la dureza del campo buscando un futuro mejor para sus hijos en las ciudades. En la actualidad hay un movimiento que intenta devolver población a esos pueblos para generar riqueza, aumentar la ratio de las escuelas rurales y por tanto movilizar medios estatales para su mantenimiento y de gente que quiere volver a las raíces huyendo del estrés. Otro tema que se trata es el de la amistad, como evoluciona desde la infancia, lo que creemos conocer de nuestros amigos y lo que nos esconden, como pensamos que son y lo que de verdad sienten. Y por último trata de la lealtad y la obligación moral hacia un patrimonio familiar que hay que mantener, las ataduras y las privaciones a las que somete al heredero, mantener una casa en el pueblo no es barato, pero mantener una gran mansión es un esfuerto titánico. Es una historia que me ha parecido con un trasfondo triste, por las renuncias de Alira y su suspeditación a Elegía, aunque tiene retazos de optimismo y en la que el amor es el hilo conductor entre el pasado y el presente y también entre los personajes y pese a ello yo no diría que es una novela "romántica". Me ha gustado más que Palmeras en la nieve porque me ha resultado más cotidiana, más cercana, prescindiendo de lo supérfluo. La recreación del ambiente y el lenguaje de Luz Gabás maravillosos, todos los personajes son sólidos y bien estructurados, se nota que ha cuidado hasta el último detalle y no se le puede poner ninguna pega.
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐✪
En este libro de Luz Gabás se aúnan varios temas, la diferencia con sus anteriores trabajos es que este está íntegramente ambientado en España en el momento actual y resulta más cercano. Por una parte se investiga una muerte/asesinato pero al treinta por ciento de su lectura aún se desconoce quién es la víctima, es original en el planteamiento. Por otra parte nos habla de la "España vacía", esa situación de cientos de pueblos abandonados bien porque se expropiaron para reforestar, hacer pantanos...bien porque la gente abandonó la dureza del campo buscando un futuro mejor para sus hijos en las ciudades. En la actualidad hay un movimiento que intenta devolver población a esos pueblos para generar riqueza, aumentar la ratio de las escuelas rurales y por tanto movilizar medios estatales para su mantenimiento y de gente que quiere volver a las raíces huyendo del estrés. Otro tema que se trata es el de la amistad, como evoluciona desde la infancia, lo que creemos conocer de nuestros amigos y lo que nos esconden, como pensamos que son y lo que de verdad sienten. Y por último trata de la lealtad y la obligación moral hacia un patrimonio familiar que hay que mantener, las ataduras y las privaciones a las que somete al heredero, mantener una casa en el pueblo no es barato, pero mantener una gran mansión es un esfuerto titánico. Es una historia que me ha parecido con un trasfondo triste, por las renuncias de Alira y su suspeditación a Elegía, aunque tiene retazos de optimismo y en la que el amor es el hilo conductor entre el pasado y el presente y también entre los personajes y pese a ello yo no diría que es una novela "romántica". Me ha gustado más que Palmeras en la nieve porque me ha resultado más cotidiana, más cercana, prescindiendo de lo supérfluo. La recreación del ambiente y el lenguaje de Luz Gabás maravillosos, todos los personajes son sólidos y bien estructurados, se nota que ha cuidado hasta el último detalle y no se le puede poner ninguna pega.
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