46 páginas
(2010)
Me llamo Eric Rot y escribo estas últimas líneas de mi vida para confesarme: Soy un asesino. Yo lo hice. La maté. Linda Fitzwilliams está muerta. Ni huida con su amante, ni jugando a esconderse para irritar a su familia, como apuntaron en su momento las revistas del mundo rosa...
MI OPINIÓN
No suelo leer relatos, les falta profundidad y se me hacen cortos. Este cayó en mis manos y como leo en digital, no miro reseñas antes de leer y me han gustado anteriores libros del autor no supe que era un relato hasta que ya me había intrigado y ya no estaba dispuesta a dejarlo. Se lee en un rato y carece de muchos diálogos, es una confesión en toda regla, pero es una novela negra clásica, con su asesinato y sus detectives... Escrito con un lenguaje sencillo y directo engancha desde el principio aún conociendo el desenlace. “Me llamo Eric Rot y escribo estas últimas líneas de mi vida para confesarme: Soy un asesino."
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Mikel Santiago es un bilbaíno que emigró a Dublín, donde se dedica a la publicidad digital, el rock y la literatura, publicando relatos de misterio, terror, intriga,..., por entregas en su blog. Y es ahí, en marzo de 2009, cuando publica el primer capítulo de Historia de un crimen perfecto, que finalizará, con el décimo, en mayo del mismo año.
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