(8 febrero 2021)
Dicen que lo malo no es tropezar varias veces con la misma piedra, sino encariñarse con ella.La mía tenía nombre, apellido y una profesión que debería estar prohibida para un hombre como él: Mino Ulloa, ginecólogo, sieso y desintegrador de bragas profesional.Su afición a las «manualidades nocturnas» lo llevó a enamorarse de alguien a quien no había visto nunca: mi cuñada.Un intercambio de identidades en el pasado, un despido muy procedente y un ex al que era mejor olvidar me llevaron a hacerme una promesa: «No iba a caer en la tentación ni a empujones». Por cierto, me llamo Lucía, soy enfermera titulada y la tostada siempre se me cae por el lado de la mantequilla.
MI OPINIÓN
Lo ideal es haberse leído antes Si caigo en la tentación que parezca un accidente, para entender quienes son Lucía, Mino, Luz y Carlos. Si no lo has leído puedes seguir esta novela sin problemas pero faltará información sobre las motivaciones que llevan a cada uno a comportarse como lo hacen. Una vez dicho esto no puedo más que decir que es un libro muy divertido. Vale que hay mucha tensión sexual, vale que toca un tema peliagudo como los malos tratos...pero lo mejor de la novela es la sonrisa permanente que me ha sacado, se puede hablar de algo tan dramático y hacerlo con humor y eso es impagable. Gente normal y corriente a la que le suceden cosas un poco surrealistas pero que no dejan de ser normales. Esos diálogos ingeniosos y llenos de chispa, ágiles, divertidos...para mí son lo mejor. Siempre digo que hacer reír es mucho más difícil que hacer llorar y Rose Gate lo hace magistral, con esos refranes a su manera, esas rimas divertidas y las frases de Paco, porque lo de ese loro no es ni medio normal, aunque también puede resultar un poco grosero a algunas personas. Me ha sorprendido un poco algún desliz como que califique una colposcopia como intervención quirúrgica, pero al final, al estar incluido en una sarta de imaginativos reproches de la paciente, es lo que menos importa. Lectura fresca, divertida e imaginativa con algunas escenas memorables, unos secundarios magníficos, unos odiosos y otros adorables, que no se recrea en descripciones absurdas. Hacía bastante que no me divertía tanto con una lectura y eso es tan necesario en los tiempos que corren...no he podido parar de leer esta historia desternillante y alocada aún teniendo por detrás el tema de los malos tratos que tan bien retratados quedan, como me indigna cuando aparece ese ser nauseabundo y despreciable que se cree superior. La novela relata perfectamente esas características del maltratador y las de la maltratada, ese hacerse pequeñita y creerse responsable del maltrato, pero también que no todos los hombres lo son ni lo consienten. Lo recomiendo al 100 por cien.
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