Con sabor a Irlanda - Olivia Ardey

336 páginas
(Mayo 2017)

Tras un divorcio caro y decepcionante, Connor no quiere saber nada de mujeres. Como una broma del destino, se ve obligado a soportar la dulce insolencia de una cocinera que, cada día, deja una nota junto a la cena que prepara para él. Por compromiso, forma parte del jurado de un concurso fotográfico y, en la entrega de premios, comparte mesa con una simpática desconocida a la que conoce mejor de lo que imagina.

Cuando Lys perdió a su bebé su vida dejó de tener sentido. Vive volcada en su trabajo como cocinera para una familia adinerada. Quedar finalista en un concurso al que se presentó por casualidad es la inyección de optimismo que tanto necesita. Cuando conoce a Connor O’Brien, no sospecha que se trata del mismo desconocido al que intenta animar con sus mejores recetas.

Lys no olvida su origen humilde y su infancia necesitada. Connor siempre se ha movido en un ambiente acomodado. No tienen nada en común, salvo la fuerte atracción que siente el uno por el otro. Pero el destino está lleno de sorpresas y a veces la persona más insospechada tiene el poder de devolvernos la ilusión y las ganas de vivir.

MI OPINIÓN 

Al empezar a leer me gustó recordar lugares que visité en Irlanda y tradiciones que conocí allí. El problema es que a veces hay algún error al poner el nombre del que habla y eso lleva a confusión, para eso existen los correctores en las editoriales y se nota que esto no lo han revisado. La historia es bonita, pausada, no es una comedia romántica sino una historia de amistad, de amor y de superación. Los protagonistas han pasado situaciones traumáticas que deben superar para seguir adelante. Liz tiene un corazón enorme pero debe convencerse de que es capaz de superarlo todo por sí misma tras una pérdida y un divorcio, Connor también ha pasado por un divorcio desilusionante y su infancia no fue un camino de rosas, pero me ha parecido que era el más dispuesto a luchar por su relación con Liz. Por su parte, la historia de Ken también es traumática y tras el apoyo inicial de Liz consigue remontar su vida pero ha levantado grandes muros en sus relaciones con las mujeres. En definitiva: no es una novela romántica sin más, sino varias historias de gente común y corriente que tienen la suerte de conocerse en el momento adecuado y esa amistad y/o amor les permite continuar con sus vidas y darse una nueva oportunidad. No hay continuas escenas eróticas, ni diálogos hilarantes, ni malentendidos románticos, no es una historia trepidante con grandes secretos, es una historia principal y otra más secundaria que se van cociendo a fuego lento en el marco incomparable de Irlanda, quizá demasiado lenta en el tercio final, donde parece que no se aporta nada nuevo y es prolongar lo conocido para desembocar en el final más previsible.

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